miércoles, 30 de marzo de 2016

Estrés y paciencia

 Que conflictos psicologicos más odiosos tengo, pero no hay nada que me frustre más que tragarme mis palabras.

 A lo que me refiero es a las incontenibles ganas de querer decir algo y aguantarte demasiado, no puedo evitarlo, tengo que decirlo o me estreso.

 A veces, aunque intento hablar, las repetidas y planeadas frases que hacen eco en mi mente simplemente no salen de mi boca. Es angustiante, como si te ahogaras.

 Luego me doy cuenta de que el momento de actuar ya ha pasado y estoy parada en un escenario vacio con los reflectores apagados, preguntandome por qué no hice nada cuando el telón estaba arriba y el público observando mira esas analogias papá.

 Solo recordar hace que me arrepienta y al mismo tiempo trato de consolarme pensando que "esta bien, no importa, las cosas son como son, no hay que darle más vueltas". Pero eso simplemente no me consuela, me deprimo y lo supero al tiempo despues, como todo.

 Aunque la molesta y desbordante sensación se repite y me llena, sin encontrar modo alguno para poder vaciarme.

 Bueno, esta el blog, algo es algo, mejor que nada, necesita aprender a relajarme un poco, si sigo así morire de un derrame cerebral o algo así, tampoco quiero eso.

 Tampoco debería ser taaaaan impaciente y malhumorada con las personas a mi alrededor, paresco una idiota queriendo caminar contra la corriente, y digo caminar, que eso es aún más estupido.

 En fin, ya sabemos que no tengo remedio. Bye.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario