sábado, 29 de octubre de 2016

Los 7 pecados capitales en mi vida cotidiana


 La Pereza

 Una parte importante de mi vida y mi personalidad es la impresionante capacidad que tengo para aguantar acostada en un solo lugar, en la misma posición, por horas y a veces días. Incluso sabiendo que tengo cosas que hacer, consciente de las responsabilidades, agitada por el llamado del deber, puedo continuar haciendo nada, incluso es tan fuerte la angustia que a veces trato de levantarme, pero cuando saco un pie fuera de la cama una sensación cansancio extremo me invade y vuelvo a mi posición, como si mi cuerpo dijera "ah, no, no señor, usted de aquí no se me mueve".

 La Gula

 Una de las pocas cosas capaces de hacerme recuperar las energías brevemente es el llamado de la naturaleza, y no solo estoy hablando de ir al baño, sino del hambre. Cuando siento el aroma de la comida invadiendo mi nariz tengo que saber levantarme y tragar. Hasta cuando no tengo hambre, si veo comida, es apetecible y esta a mi alcance es imposible no resistirse. Mi sueño en la vida es comer hasta vomitar, pero nunca he tenido tanta comida en frente.

 La Avaricia

 La gula y la avaricia no están muy lejos una de la otra, ese deseo interminable de tener más y más, que sea todo tuyo y de nadie más, se traduce normalmente en egoísmo. No puedo evitarlo, si algo es mio es mio y no pienso dejar que nadie me lo arrebate. Aunque, por supuesto, como todo tengo mis arrebatos de generosidad, tampoco soy tan materialista, pero hay cosas y cosas, algunas más valiosas, otras no tanto, pero realmente puedo llegar a ser muy apegada a lo material, ya sea por ambición, perfeccionismo o simple egoísmo.

 La Soberbia

 Detesto equivocarme, soy una pésima perdedora y gran resentida, pero detesto aún más cuando tengo la razón y no me lo reconocen. Que me quiten la razón es como ser un poderoso monarca y que de un día para otro me derroquen, todo mi poder arrebatado de mis manos sin capacidad para recuperarlo, por eso a todo aquel que me baje de mi torre de cristal tiene que saber que nunca descansaré hasta dejarlo en la completa ruina.

 La Lujuria

 Bueno, no hay mucho que decir de esto, no soy una ninfomana ni de lejos, pero en mi cabeza vivo en un mundo pervertido donde los hombres violan a otros hombres mientras yo observo extasiada. Una fujoshi nunca descansa, el yaoi puede estar en cualquier momento y en cualquier lugar, y una siempre estará ahí para verlo, admirarlo y deleitarse, cuando nadie lo sospeche.

 La Envidia

 Este es el más escaso de todos, realmente no soy muy envidiosa, o tal vez sí. Este sentimiento se expresa de diferentes maneras, no todos lo demuestran igual, puede estar oculto a plena vista, no muchos lo admiten, como todos los pecadores.

 La Ira

 Este momento lo esperé celosamente, como un gato al asecho. Mi mal humor suele estar ligado estrechamente a mi avaricia, soberbia, gula, envidia y pereza, es la culminación de la gran parte de mis malos hábitos, a excepción de la lujuria. Algunas veces se esconde dentro de mi cabeza, otras simplemente no se deja esperar y acaba con todo, algunas otras ocasiones se expresa en forma de llanto, sea como sea siempre estará ahí, esperando el mínimo descuido para liberarse.

 Y, pues ya ven, hasta en lo más mínimo se puede ser un pecador igual, así que "deal with it religion".

 Despidanme esta.

Días sin Internet: ¿Adicción superada?

 Puede sonar ridículo, pero solía pasarme horas en mi pc, luego de un tiempo en el teléfono y después otra vez en el computador. Entonces pasó algo, algo que cambió esa rutina. Me cortaron el Internet como una semana, ya saben, pago atrasado. Así que encendía mi pc un rato y luego lo mandaba a la verga, igual tenía mucha cosas que hacer que no hacía por jugar tanto, así que apenas me alcanzaba el tiempo para leer manga y luego a dormir. 

 Ahora lo tengo de vuelta, hace como 3 días, y no he hecho nada, nada de nada, nada de nada de nada, en serio, apenas me puse a escribir el blog y ya. ¿Qué he hecho estos días? Jugar al "Plantas vs Zombies", de verdad, por quinta vez.

 ¿Cómo puede una persona superar tan rápido una adicción? Simple. Estando tan ocupado que tiene que llevar al hombro un saco de deberes, deberes y más deberes que no le queda tiempo ni de respirar. Es más, ahora debería estar lavando mis calcetines, joder.

 Como sea, de a poco recuperaré mi rutina, lo sé.

 Instala vista, baby.