miércoles, 2 de noviembre de 2016

EL MEJOR PUTO HALLOWEEN

 Con un poco de retraso (mental), vengo a dar el reporte de los mejores y más relevantes acontecimientos recientes (y los únicos en un chingo de tiempo... hasta cierto punto).

 Hace dos días los mocosos más pequeños fueron puestos dentro de sus disfraces variados, entre los que ves siempre princesas, hadas, vampiros y otras criaturas ficticias, y llevados de la mano de sus padres a pedir dulces. Aquí la gente es un chingo tacaña, solo los negocios dan golosinas, pero ese no es el punto.

 A esta edad (16 años) ya no es ten entretenido salir mendigar dulces, pero aún no estoy tan pinche amargada para quedarme en casa a desquitar mi odio en Internet con gente que ni conozco o ver pelis de terror que nunca cumplen su objetivo, no, había algo mucho más suculento para mí, más dulce que las golosinas adulteradas.

 Están los que salen a pedir dulces, los que salen a matar y yo, los que salimos a asustar.

 Tienen que probarlo, asustar niños me hizo la noche, de veras, esas caritas de miedo saben mejor que esos estúpidos caramelos envueltos en envolturas de ojos de edición especial que sacan cada año (los cuales colecciono, por cierto).

 Lo único es que como novata no me fue muy bien, porque este año un rival más popular se robaba toda la atención, ufff... estúpido payaso asesino, pero se que para la otra quedará tan muerto y enterrado como el cadáver de mi gato, porque juro que si vuelve a robarse las miradas me las pagara, el muy puto.

 En fin, las modas son pasajeras, pero yo no me rendiré, estaré lista para el año que viene, esos niños quedaran traumadisimos, como ese niñita que se escondió detrás de su mamá mientras esta se reía.

 Bueno, bueno, tampoco debo olvidar tomar fotos, oe zhi dadsadadsad.

 #SeñorBananaManBendiceme

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